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jueves, 30 de julio de 2009

EL QUE CREE EN DIOS QUE DEBE HACER

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Los principios fundamentales que debe tener en cuenta, el que CREE en Dios.
Empero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es menester que el que a Dios se allega, crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. He. 11:6.

1.- Creer en Jehová Dios y sus profetas: Y como se levantaron por la mañana, salieron por el desierto de Tecoa. Y mientras ellos salían, Josaphat estando en pie, dijo: Oídme, Judá y moradores de Jerusalem. Creed a Jehová vuestro Dios, y seréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados. 2 Cr. 20:20. Sí, nosotros creemos en Dios y sus profetas; esto significa, que debemos tener confianza en nuestro Dios y sus profetas, porque en todas las decisiones que hagamos, todo nos saldrá bien, no habrá obstáculos.

2.- Creer en su Hijo Jesucristo: El que cree en el Hijo, tiene vida eterna; mas el que es incrédulo al Hijo, no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él. Jn. 3:36.

Más Jesús clamó y dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió. *Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna: y yo le resucitaré en el día postrero. *Por lo tanto: Jesús dijo: Si puedes creer, al que cree todo es posible. Jn. 12:44. y 6:40. Mr. 9:23.

3.- Creer en la ley o en los escritos de Moisés: Porque si vosotros creyeseis a Moisés, creeríais a mí; porque de mí escribió él. *Y si a sus escritos no creéis, ¿cómo creeréis a mis palabras? Jn. 5:46,47.

Esto empero te confieso, que conforme a aquel Camino que llaman herejía, así sirvo al Dios de mis padres, creyendo todas las cosas que en la ley y en los profetas están escritas. Hch. 24:14.

Y permanecer en sus palabras: Pues lo que habéis oído desde el principio, sea permaneciente en vosotros. Si lo que habéis oído desde el principio fuere permaneciente en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre. 1 Jn. 2:24.

Y decía Jesús a los Judíos que le habían creído: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos. Jn. 8:31.

Solamente que con diligencia cuidéis de poner por obra el mandamiento y la ley, que Moisés siervo de Jehová os intimó: que améis a Jehová vuestro Dios, y andéis en todos sus caminos; que guardéis sus mandamientos, y os alleguéis a él, y le sirváis de todo vuestro corazón y de toda vuestra alma. Jos. 22:5.

Mas el que hubiere mirado atentamente en la perfecta ley, que es la de la libertad, y perseverado en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este tal será bienaventurado en su hecho. Stg. 1:25.

De manera que la ley nuestro ayo fué para llevarnos á Cristo, para que fuésemos justificados por la fe. Gal. 3:24.

Guardaréis, pues, las palabras de este pacto, y las pondréis por obra, para que prosperéis en todo lo que hiciereis. Dt. 29:9.

4.- Creer en el Evangelio de Dios, que es la misma ley: Y diciendo: El tiempo es cumplido, y el reino de Dios está cerca: arrepentíos, y creed al evangelio. Mr. 1:15.

En el cual esperasteis también vosotros en oyendo la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salud: en el cual también desde que creísteis, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa. Ef. 1:13.

En seguida vamos a descifrar el texto de: Jn. 6:47. “De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna”. En este texto que está subrayado, hay dos puntos importantes que entender.

Primero, el que CREE en DIOS que debe hacer: Enséñame bondad de sentido y sabiduría; Porque tus mandamientos he creído. Sal. 119:66.

Y él le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno es bueno sino uno, es a saber, Dios: y si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Mt. 19:17.

¿Y cuáles son esos mandamientos? Y él os anunció su pacto, el cual os mandó poner por obra, las diez palabras; y escribiólas en dos tablas de piedra. *Y dio a Moisés, como acabó de hablar con él en el monte de Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas con el dedo de Dios. Dt. 4:13. Ex. 31:18.

Y las tablas eran obra de Dios, y la escritura era escritura de Dios grabada sobre las tablas. Ex. 32:16.

Y él estuvo allí con Jehová cuarenta días y cuarenta noches: no comió pan, ni bebió agua; y escribió en tablas las palabras de la alianza, las diez palabras. Ex. 34:28.

Entonces Jehová dijo a Moisés: Sube a mí al monte, y espera allá, y te daré tablas de piedra, y la ley, y mandamientos que he escrito para enseñarlos. Ex. 24:12.

El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. Mr. 16:16.

Mas la palabra del Señor permanece perpetuamente. Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada. 1 P. 1:25.

A mí también me mandó Jehová entonces enseñaros los estatutos y derechos, para que los pusieseis por obra en la tierra a la cual pasáis para poseerla. Dt. 4:14.

Y este es amor, que andemos según sus mandamientos. Este es el mandamiento: Que andéis en él, como vosotros habéis oído desde el principio. 2 Jn. 6.

En seguida, ¿qué mas debemos hacer los que creemos en Dios? Debemos guardar el Sábado: Temamos, pues, que quedando aún la promesa de entrar en su reposo, parezca alguno de vosotros haberse apartado. He. 4:1.

Empero entramos en el reposo los que hemos creído, de la manera que dijo: Como juré en mi ira, No entrarán en mi reposo: aun acabadas las obras desde el principio del mundo. *Porque en un cierto lugar dijo así del séptimo día: Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo día. He. 4:3,4.

Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, la mar y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día: por tanto Jehová bendijo el día del reposo y lo santificó. Ex. 20:11.

Seis días se hará obra, mas el día séptimo es sábado de reposo consagrado a Jehová; cualquiera que hiciere obra el día del sábado, morirá ciertamente. Ex. 31:15.

Porque así dijo el Señor Jehová, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza. Y no quisisteis. Is. 30:15.

Dícele Jesús: Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Jn. 11:25
.
De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me ha enviado, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas pasó de muerte a vida. Jn. 5:24.

También les dijo: El sábado por causa del hombre es hecho; no el hombre por causa del sábado. Mr. 2:27.

Porque el que ha entrado en su reposo, también él ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas. He. 4:10.

Y santificad mis sábados, y sean por señal entre mí y vosotros, para que sepáis que yo soy Jehová vuestro Dios. *Y díles también mis sábados que fuesen por señal entre mí y ellos, para que supiesen que yo soy Jehová que los santifico. Ez. 20:20,12.

Que debe hacer el creyente para participar de la promesa de Dios: Mas el que hubiere mirado atentamente en la perfecta ley, que es la de la libertad, y perseverado en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este tal será bienaventurado en su hecho. Stg. 1:25.

De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago también él las hará; y mayores que éstas hará; porque yo voy al Padre. Jn. 14:12.

Porque a vosotros es concedido por Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él. *Gozaos y alegraos; porque vuestra merced es grande en los cielos: que así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros. Fil. 1:29. Mt. 5:12.

Si el que CREE en Dios, no hace conforme a la doctrina de Dios, entonces ¿qué sucederá? Por eso dice ahora en: He. 4:11. “Procuremos pues de entrar en aquel reposo; que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia”

¿Qué será el destino, del que no cree en la doctrina de Dios y es incrédulo al Hijo? El que en él cree, no es condenado; más el que no cree, ya es condenado, porque no creyó en el nombre del unigénito Hijo de Dios. Jn. 3:18.

¿Y a quiénes juró que no entrarían en su reposo, sino a aquellos que no obedecieron? *Y vemos que no pudieron entrar a causa de incredulidad. *Porque: Tú crees que Dios es uno; bien haces: también los demonios creen, y tiemblan. He. 3:18, 19. Stg. 2:19.


Así que, pues que resta que algunos han de entrar en él, y aquellos a quienes primero fué anunciado no entraron por causa de desobediencia. *Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios. He. 4:6, 9.

Porque el que ha entrado en su reposo, también él ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas. *Procuremos pues de entrar en aquel reposo; que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia. He. 4:10, 11.

De cierto, de cierto os digo, que el que guardare mi palabra, no verá muerte para siempre. Jn. 8:51.

El que cree en el Hijo, tiene vida eterna; mas el que es incrédulo al Hijo, no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él. Jn. 3:36.

El que menospreciare la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere sin ninguna misericordia. *Sino una horrenda esperanza de juicio, y hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios. He. 10:28,27.

En llama de fuego, para dar el pago a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; *Los cuales serán castigados de eterna perdición por la presencia del Señor, y por la gloria de su potencia. 2 Ts. 1:8,9.

Segundo, como se obtiene la VIDA ETERNA, para saber hay que volver a leer el libro Juan 6:47. “De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna”.

Lo cierto es que tenemos que saber, como debemos alcanzar la promesa de Dios, que es la VIDA ETERNA.

Y él le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno es bueno sino uno, es a saber, Dios: y si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Mt. 19:17.

Mas el impío, si se apartare de todos sus pecados que hizo, y guardare todas mis ordenanzas, e hiciere juicio y justicia, de cierto vivirá; no morirá. Ez. 18:21.

Y apartándose el impío de su impiedad que hizo, y haciendo juicio y justicia, hará vivir su alma. *Porque miró, y apartóse de todas sus prevaricaciones que hizo, de cierto vivirá, no morirá. Ez. 18: 27,28.

Y diciendo yo al impío: De cierto morirás; si él se volviere de su pecado, e hiciere juicio y justicia, *Si el impío restituyere la prenda, devolviere lo que hubiere robado, caminare en las ordenanzas de la vida, no haciendo iniquidad, vivirá ciertamente y no morirá. Ez. 33:14,15.

Entonces te agradarán los sacrificios de justicia, el holocausto u ofrenda del todo quemada: Entonces ofrecerán sobre tu altar becerros. *Ofreced sacrificios de justicia, Y confiad en Jehová. Sal. 51:198. y 4:5.

Llamarán los pueblos al monte; Allí sacrificarán sacrificios de justicia: Por lo cual chuparán la abundancia de los mares, Y los tesoros escondidos de la arena. Dt. 33:19.

Mas el primogénito de vaca, y el primogénito de oveja, y el primogénito de cabra, no redimirás; santificados son: la sangre de ellos rociarás sobre el altar, y quemarás la grosura de ellos, ofrenda encendida en olor suave a Jehová. Nm. 18:17.

Y cuando vosotros hubiereis ofrecido de ello lo mejor suyo, no llevaréis por ello pecado: y no habéis de contaminar las cosas santas de los hijos de Israel, y no moriréis. Nm. 18:32.

Manda a los hijos de Israel, y diles: Mi ofrenda, mi pan con mis ofrendas encendidas en olor a mí agradable, guardaréis, ofreciéndomelo a su tiempo. Nm. 28:2.

Santos serán a su Dios, y no profanarán el nombre de su Dios; porque los fuegos de Jehová y el pan de su Dios ofrecen: por tanto serán santos. Lv. 21:6.

Yo soy el pan vivo que he descendido del cielo: si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo. *El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna: y yo le resucitaré en el día postrero. Jn. 6:51,54.

Cercana está mi justicia, salido ha mi salud, y mis brazos juzgarán a los pueblos: a mí esperarán las islas, y en mi brazo pondrán su esperanza. Is. 51:5.

Todas sus rebeliones que cometió, no le serán recordadas: en su justicia que hizo vivirá. *No se le recordará ninguno de sus pecados que había cometido: hizo juicio y justicia; vivirá ciertamente. Ez. 18:22. y 33:16.

(Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. *Que no quiero la muerte del que muere, dice el Señor Jehová, convertíos pues, y viviréis. Mt. 6:33. Ez. 18:32.

Diles: Vivo yo, dice el Señor Jehová, que no quiero la muerte del impío, sino que se torne el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos: ¿y por qué moriréis, oh casa de Israel? Ez. 33:11.)

[El que sigue la justicia y la misericordia, Hallará la vida, la justicia, y la honra. Pr. 21:21.

En esto son manifiestos los hijos de Dios, y los hijos del diablo: cualquiera que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios. 1 Jn. 3:10.

SACADA DEL LIBRO "ESTUDIOS BIBLICOS SELECTOS"
por el EXCELENTÍSIMO MAESTRO EZEQUIEL ATAUCUSI GAMONAL
VARÓN DE DIOS
FUNDADOR, COMPILADOR Y MISIONERO GENERAL DE LA AEMINPU

1999