LA REDENCIÓN, es el hecho de redimir o liberar al hombre del pecado o de los
males de la vida social. También se entiende, como la restauración del hombre, de la
esclavitud del pecado a la libertad para toda la humanidad, a través de la obediencia
del cumplimiento de las Diez Palabras del Pacto, que hizo nuestro Dios en el monte
de Sinaí.
Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan
las cosas en ella escritas: porque el tiempo está cerca. Ap. 1:3. Cuando se dice, “que
oyen las palabras de esta profecía”, se está refiriéndose a las diez palabras del pacto,
las diez palabras del pacto no es solamente el Exodo 20:1 al 17. Conocido por toda la
humanidad, como una simple ley moral; esta opinión ha hecho que la humanidad
cometa un grave delito de rebeldía hasta estos días.
Pero sin embargo, nuestro Dios es misericordioso; nuevamente en estos últimos
tiempos ha enviado un mensajero por parte de él, para que nos enseñe todas las cosas
que están escritas, en las Sagradas Escrituras. Las diez palabras del pacto, está
constituida por un conjunto de normas, que comprende toda la Legislación del Código
Divino y que todos debemos obedecer.
El que es de Dios, las palabras de Dios oye: por esto no las oís vosotros, porque no sois
de Dios. *Respondió Jesús, y díjole: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre
le amará, y vendremos a él, y haremos con él morada. Jn. 8:47. Y 14:23.
Y cuales son esas palabras. Y él os anunció su pacto, el cual os mandó poner por obra,
las diez palabras; y escribiólas en dos tablas de piedra. Dt. 4:13.
Por tanto, pondréis estas mis palabras en vuestro corazón y en vuestra alma, y las
ataréis por señal en vuestra mano, y serán por frontales entre vuestros ojos. *Y las
enseñaréis a vuestros hijos, hablando de ellas, ora sentado en tu casa, o andando por el
camino, cuando te acuestes, y cuando te levantes. Dt. 11:18,19.
Y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus portadas: *Para que sean aumentados
vuestros días, y los días de vuestros hijos, sobre la tierra que juró Jehová a vuestros
padres que les había de dar, como los días de los cielos sobre la tierra. Dt. 11:20,21.
Sea pues perfecto vuestro corazón para con Jehová nuestro Dios, andando en sus
estatutos, y guardando sus mandamientos, como el día de hoy. 1 R. 8:61.
Mi porción, oh Jehová, Dije, será guardar tus palabras. Sal. 119:57. Para siempre, oh
Jehová, Permenece tu palabra en los cielos. Sal. 119:89.
Oíd palabra de Jehová, vosotros los que tembláis a su palabra: Vuestros hermanos los
que os aborrecen, y os niegan por causa de mi nombre, dijeron: Glorifíquese Jehová.
Más él se mostrará con alegría vuestra, y ellos serán confundidos. Is. 66:5.
Que el Dios del Señor nuestro Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría
